El Ermitaño
Nos dice que se acerca una etapa de reflexión interna, muy lejana a los apuros de la corriente. No necesariamente responde a un viaje como retiro, puede ser solo interno, en lo meditativo. Encuentro personal para decidir mejor. El conocimiento a veces está muy ligado al encuentro reflexivo. Auto conocimiento. Entendimiento. Hay algo más y nos reclama verlo. Busca, además, la verdad de las cosas. Y su aparición puede significar también que un sabio nos ayuda.
Viene a unirnos con la verdad más profunda, con nuestra energía vital. A corrernos del centro para dejarnos solos en nuestra búsqueda. El Ermitaño reclama espacio personal y quiere que hagamos lo mismo. Así crecemos, eligiendo conscientemente saber nuestra verdad. Sin prisas. Solo estar y ser. La soledad es la que debe nutrirnos, así nos conocemos. Las grandes obras artísticas vieron luz mientras sus maestros se hallaban en este camino emocional.