COMPATIBILIDAD DE VIRGO & ACUARIO

Difieren demasiado como para lograr consolidarse. Es complejo: uno adora la tierra y el verano y el otro de aire, el invierno. Virgo es reservado, ansioso y tradicional, mientras Acuario es de aventurero e innovador. Si se encontraran, disfrutarían del otro, de sus enredos, ilusiones y asombro, pero durarían poquito y nada, porque en los pilares fundamentales, no armonizan nada. En lo laboral, sin embargo, pueden aprender: Virgo sumará tendencia a actualizarse, y Acuario le dará apoyo y contención para alcanzar sus metas. En lo familiar y social, precisan amor para desterrar prejuicios y diferencias, se verán muy disímiles.

Amor: de lo más raro

La forma en la que viven dista mucho a uno del otro, aunque la confianza los une en un principio. Acuario hace del yoísmo y la improvisación de vivir un día a la vez una glorificación, aunque cuando se asienta se compromete, frente a un Virgo que precisa una planificación minuciosa de todo y todo lo toma a tremendo, menos el romance. Es eso lo que los separa. En lo sexual, también hay una diferencia: El portador buscará la novedad en la intimidad del sexo, y a la doncella le resultará tan asombroso como improbable.

Amistad

Tampoco acuerdan en cómo llevar la amistad. Virgo organiza cada cosa, incluso el caos y esa es la única forma en la que ve con claridad. Acuario en cambio, precisa esa confusión y la persigue. Eso hará que, de comenzar una amistad, una parte vea un desafío donde otro ve disfrute. Difícil de acordar actividades que no los saquen de quicio antes comenzar.

Trabajo & Familia

Acuario no es precisamente un gran artífice del trabajo, lo hace por dinero, pero tampoco lo aborrece. En cambio, la doncella no lo estima ni un poco. No van a construir un equipo muy sólido así.

En lo hogareño, Virgo es ameno posible con los suyos, al punto de no saltarse una fecha importante y llegar cada domingo al almuerzo. Acuario, gobernado por Urano, persigue el individualismo en todas sus formas, y nunca se quedaría atrapado en lo hogareño, porque estima demasiado su propio discurso. Igualmente, precisa ser querido. No verán posible eso en el otro, así, no será prioridad dar ese paso, y seguirán sus caminos.