Esta mujer sin duda te atraerá. ¿Querés conocerla más? Personalidad, amores, en familia, y vida profesional, sabelo todo de una de las más cálidas del zodiaco.
Emotiva como pocas, demuestra lo que siente, y va en busca de esa conexión especial con los que quiere en su vida. Los placeres pequeños y genuinos la llenan, porque ahí ve lo importante. Compañera, generosa y amable. Alguien introspectiva. Muy activa en las situaciones más diversas. Cuando se molesta por algo, arde. Suele interesarse mucho por el bien común, más que por el suyo propio. Las puede el concepto estético de las cosas.
Te gustará haberla conocido. La mujer Tauro es como se muestra en esas primeras salidas: amorosa, cálida y sensual. Una combinación exquisita y de confiar. Hace del romance y el tacto algo único. Aunque no llegará al instante de concreción muy rápido, necesita analizar muy bien antes de emparejarse si ese partido es conveniencia en gustos.
Deberás seguirle el ritmo. Disfrutan más saberse pretendidas que conquistar. Cuando se emparejan pretenden ese amor para toda la vida y se vuelve súper leal y demostrativa. Signos como cáncer y Virgo, se le unen en comprensión y ternura como ideales.
En su lado opuesto, puede pecar de demasiado celosa y muchas veces volverse obstinada cuando siente que la quieren inducir.
Existe entre ellos una complementariedad natural en la que se brindan eso que al otro le falta y se entienden. Si acercan posiciones en el día a día, pueden hacer relucir su lado sensual y estimulante. Si optan por el enojo, típico en ellos, terminan.
Muy buena sintonía para este par que une acción con pasión como pocos. Su apego al equilibrio ante toda situación los lleva a no necesitar demasiado para ser felices juntos, y como materialistas, disfrutar de lo lindo de la vida. Muy físicos. Ojo con recluirse demás en su unión.
El geminiano “vuela” demasiado para la firmeza en tierra de nuestra taurina. Aun así, no está todo dicho. Si ella logra confiar en ese hombre que la puede con su humor y dinamismo, y este valora su fuerza y calidez, pueden probar.
Para los astros sí, pero pueden ni siquiera hablarse debido a la introversión que manejan. Si lo consiguen, durarían como en un cuento porque coinciden en lo esencial. Son calmos, hogareños y no gustan del conflicto. Cuidado con hacer de la rutina de casa el todo.
La mujer Tauro sabe de terquedad, y el leonino de absolutismo, por eso, es bastante difícil que concreten o sobrevivan a peleas, aunque su lado leal puede ayudarlos. En lo profesional y de dinero pueden unirse en proyectos buenos porque ambos buscan lo mismo: el éxito material.
Una de esas parejas que pareciera estar siempre de acuerdo en todo. Metódicos, seguros y tranquilos. Voluntariosos y amantes de la buena mesa y el arte, no tanto en la vida social, donde compatibilizan en caracteres.
Balanza es sinónimo de armonía, por eso, la taurina se encontrará a gusto con su amor libra. Con Venus mediando, serán fabulosos amantes y se darán paz. El choque puede darse en la falta de acción más allá del pensamiento de él, pero no es tan malo, la dota a ella de espontaneidad.
La unión física, de piel a piel, está asegurada en este par. Astralmente coinciden mucho en esto porque en la parte mental difieren ampliamente. Ella es más simple que la complejidad de su hombre.
Se divisa más una posible unión de amistad y aventura, porque ambos disfrutan el gusto por vivir mucho. Pero Tauro es algo más reservada en las formas y con quien lo hace, mientras el sagitariano no mide. Se respetan la calidez, y eso puede ser su salvavidas.
Ambos de Tierra, son estables y tranquilos. Su compatibilidad así es muy buena, pero algo dominante del otro y aburrida, aunque para ellos estará bien. Sienten que no necesitan cambios, se disfrutan así.
Opuestos se atraen, y este puede ser el caso. Ella es más organizada que su enamorado aventurero y buscador eterno de libertad, y no terminará adaptándose a esa forma de vida y personalidad tan disímil, y este no querrá ni sus celos ni su habitualidad.
Alto equilibrio entre el pez y la mujer toro. Ella amará su lado romántico y hasta iluso y este su abrigo. Su amor es casi de novela y está colmado de buenas vibras y ternura. Tampoco faltará sensualidad. La idea de familia es otro punto que los une mucho. Si ella cede algo de celos y búsqueda de pruebas constantes, son infalibles.
Si tenés la suerte de convivir con una taurina, te gustará presumirla. Ella es una esposa amorosa que será feliz si ambos lo son y tendrán química ideal, pero algunas veces, debido a que no suele modificar muchos aspectos de su vida, puede ser algo tediosa la rutina. Los celos pueden ser un problema a su lado, pero no perjudicarán lo amena que puede ser.
También será una gran mamá que aconsejará, guiará y cuidará de sus pequeños con una ternura infinita.
Sus amigos se cuentan con los dedos de una mano y alcanza para que sean los mejores y más duraderos. Una conversación íntima, consejos de amiga y disfrute íntimo más que salidas y aventuras. Siempre interpretará las cosas desde una perspectiva más amplia y externa. Honesta al extremo, te dirá lo que necesites oír, no lo que quieras.
Es la primera en motivarse a ir por lo que quiere y ser exitosa. Pero tendrá códigos. Los pasos de la taurina se miden en satisfacción y bases sólidas por lo que hace, para no herir a otros en el camino ni escalar por escalar.
Ella será capaz de destacarse en los puestos más diversos gracias a su carisma y practicidad. Lo que no le sobrará será codicia, a pesar de su costado materialista, y esto a veces puede molestar en un grupo de trabajo. No lo cambiará.