El toro es de lo más emotivo y vive en un universo bastante seguro en lo material, el león es pasión hecha carne y por eso todo lo vive con vehemencia natural. Eso hace que vivan la pareja de modo diverso, amor de cuento no habrá, pero se gustan mucho y su eje será entenderse bien. Algo que los llevará a estar muy unidos respetando cada uno sus mundos y más de lo que a veces creen, algo que pocas veces se da en las relaciones: meritorio. Leo debe aprender a no dominar porque Tauro no lo permitirá. En lo demás, se dan admiración y resguardo material porque ambos buscan el éxito en ello. Leo es instintivo y se deja llevar por lo que desea y en Tauro halla esa entrega que busca. A la inversa, este se deja deslumbrar por esa firmeza que tiene el león y que él no posee.
En lo sexual, puede haber desavenencias. Las personalidades holgazanas en la intimidad hacen que siempre busquen ser satisfactorios antes que serviles, está en su ADN, pero agotará. No será siempre, si se motivan no habrá freno para gozar su sexualidad, aunque primará el descanso.
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