En lo personal, es el típico ser que disfruta lo simple y bueno de la vida: una copa, música, la naturaleza, lo que se puede hacer con las manos. Algo avaro. Romántico y sensual, deja que todo decante. Es que nunca avanzará a ciegas sin medirse primero. La reflexión antes de decidir, lo bueno es que cuando lo hace, es para siempre.
¿Interesada en un taurino? ¿avanzar o disfrutar la compañía? Como adelanto, sabé que con él precipitarse no sirve, así que, si lo pensabas, desistí. En lo que sigue, conocé cómo se lleva con el romance, qué tipo de amigo es, cómo es teniendo familia y qué es de su bolsillo y profesión.
Después, andá por él.
Algo enredado y tradicional, no es alguien que vaya a desear adrenalina. Inseguro. Gobernado por Venus, posee un encanto innato, y una tenacidad inflexible. Realista y muy rutinario. No habrá situación que no pase por su filtro pensante primero. Por eso, siempre va a ocuparse de evaluar antes. Algo sobreprotector.
El típico hombre de Tauro es tranquilo y cortés. Pero ojo, porque si bien aguanta, también puede explotar enojándose largo tiempo. Obstinado y un tanto materialista, cuida sin deudas. Lo artístico lo puede y lo espiritual más.
Con el macho taurino el amor es serio, noble y comprometido. Si buscás pasar el rato, él no es tu tipo. Y si querés algo profundo igual debés esperarlo. No es alguien que se apresure a concretar, y eso puede hacerte dudar, pero no es falta de interés, es que está tomando una decisión conectada con su ser. No seas frívola ni mandes señales, no las capta. Mejor atrapalo por el lado de lo gourmet.
Cuando se lanza es de lo más cariñoso, sensual y fiel, al punto de ser detallista con regalos porque lo material lo puede. Busca un par en la pareja que siga su ritmo: diálogo, calma y amor de casa. Como negativo, porfiado y posesivo.
Se complementan y atraen en lo físico y en lo materialista. Él se verá estimulado por la ariana que siempre lo lleva a más, a salir de lo cómodo, mientras ella se aquieta en el mar de calma taurino. Cuidado, porque puede aburrirse. Ideal para negocios.
Sólidos a la par. Su dicha es tranquila y así están bien. Los pies en lo real de su regente los hace ser simples y prácticos. Afecto y tacto. Lo pequeño y bueno de la vida se engrandece ante ellos.
Tierra y aire no se siguen el ritmo. Él será estable mientras la virginiana será volátil, aunque caiga encantada a su caballerosidad. Lo perturbará un poco y aunque querrá confiar, la espontaneidad de ella será decisiva. Motivaciones distintas.
Pareja de lo más compatible. Tanto el afecto como la timidez los une. Ojo con pasarse de largo por introversión. Familieros y calmos. Pueden pecar de demasiados cerrados con el alrededor. Humores que se pueden alterar.
Aunque no quieran, los rasgos de carácter les juegan en contra y las motivaciones también. Él terco y en busca de seguridad y ella intransigente y más libre, los llevan a pelear. Si no se tratan de dirigir pueden funcionar. Mejor en lo económico.
Comparten naturaleza y por eso armonizan. Moderados y prácticos. Ella estará dichosa de lo apacible que es su amor taurino y él la recompensará con cariño y charlas. Aman la buena comida. Tenaces. Relación duradera.
Una de las mejores afinidades de ambos. Atracción inminente gracias a Venus, amor puro. Si lo viven como desafío y armonizan sus puntos débiles, duran mucho. Creatividad y familia.
Tan opuestos que se atraen, aunque no quieran. Conexión fuerte desde lo pasional, Marte y Venus de su lado. Mucho más físico que cerebral. Ella es demás enredada para el taurino que es más básico.
Mucho en común, no tanto en la intimidad. Practicidad de la cabra y realismo del toro los conecta. Cuando hay que filosofar, también se entienden en largas conversaciones. Posesivos, confiables y calmos. Duran hasta una vida juntos.
Son más distintos de lo que parecen. El taurino no podrá con su genio sensible y de organizarlo todo, mientras ella no cederá su lado aventurero y moderno. Visiones diferentes del mundo y de cómo vivirlo. En lo laboral son equipo genial.
Sólidos a la par. Su dicha es tranquila y así están bien. Los pies en lo real de su regente los hace ser simples y prácticos. Afecto y tacto. Lo pequeño y bueno de la vida se engrandece ante ellos.
El dúo ideal. Tierra y agua se regocijan en paz, compañerismo y equilibrio. Despreocupados, pacientes y amigables incluso si se separaran. Él adora la poesía de ella y la pisciana su solidez. Se equilibran en fuerza y confianza. Apoyo y entendimiento.
Ya de por sí decidirse a serlo y convivir es todo un tema, por eso, si lo hizo estaba convencido de que es lo que lo hace feliz. Un caballero toro ama para toda vida. Complace, acompaña y es fiel.
Como papá será naturalmente adorable y servicial. Aun así, no estará libre de demandar en exceso de vez en cuando.
Hasta con sus amistades es una persona tranquila que no buscará ni aventuras ni riesgos. Antes que una fiesta preferirá una cena en el sillón y unas pelis o ir al gym juntos. Será el mejor amigo posible y el que estará siempre ahí para poner el hombro y escuchar.
Es el típico compañero de oficina en el que se puede fiar. Cumple y lo hace bien. No destacará por chismes ni egos. Profesionalmente será correcto, pero la ambición no será su fuerte y eso no siempre puede ser bien visto por otros que compitan. En cambio, si lidera lo hace excelente para que el resto se sienta a sus anchas con él. Las profesiones calmas lo pueden. Es bueno ahorrando.