Puede nacer de dos modos: amigos de mucho tiempo o totales desconocidos, y al inicio no será muy claro qué son porque ambos valoran mucho el metro cuadrado propio, tanto, que a veces les cuesta formalizar. Eso la hace más auspiciosa, no se basa en apegos y se conocen bien, se enriquecen juntos en lo cerebral, de trabajo e intimidad, y, como pocos, solo podría lograrlo al cien con otro arquero. Los dos se mejoran y compiten siempre hacia el frente. En lo sexual, también dan lo mejor de sí, el único problema se halla en que son seductores natos, y pueden verse atraídos por terceros.
La confianza será todo acá. En la intimidad son pasionales como pocos, y el fuego está presente en cada encuentro.
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