La atracción en este signo es muy alta, innata y espontánea apenas conocerse. Leo es de por sí seductor, y a eso le suma aventurero, apasionado y animado, y eso lo hace sintonizar a igual escala con otro par. ¿Lo negativo? El ego. No simpatizan con el compromiso, para ellos, cual leones, no deja de ser un juego de poder en el que cazan, ni con darle todo su tiempo a otro, precisan atención. Suelen ser bastante arbitrarios, pero de los más sinceros. Si se adaptan a compartir el dominio, puede crecer una relación única en la que se admiren y disfruten su éxito y nivel de vida juntos.
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