Armonizan muy bien, pero tienen un lado galante que puede desbordarlos y crear tensiones en la relación. Casi como eternos adolescentes, parece que no saben tomárselo en serio, y eso los hará desconfiados y celosos, más si uno es muy controlador y expresivo. Aun así, buscarán equilibrar y reír siempre, y de lograrlo, serán los mejores enamorados. En lo sexual también.
Se conocen tanto que saben de gustos en la intimidad. Se atraen naturalmente, experimentan y se divierten en lo físico, incluso poniendo en práctica lo que aprendieron con anteriores parejas, por eso, serán geniales como compañeros sexuales, y difícilmente se aburran.
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