Se entregan a lo que sienten sin fijarse demasiado en cómo o de dónde viene el otro ni en sus propios sentimientos. El aguador es de lo más auténtico en sus relaciones y deja lugar. Solo se fijan en cómo piensan, que no es poco, porque la charla es gran parte de sus vínculos, eso mismo puede volverla una relación poco pasional, pero así son. Acuario suele parecer frío, ególatra y extraordinario frente a terceros, por eso cuando flecha a otro Acuario, sabe que lo entenderá como nadie y sacará sus mejores partes.
En lo sexual, no son llamados al deseo con demasiada regularidad, pero cuando traspasan esa barrera y se entienden en la intimidad, pocas cosas los frenan. Es cuestión de charla, que la saben tener, para darse esa entrega que necesitan para hacer ver las estrellas.
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