En Tarotlogía te acercamos a la personalidad, vida y obra de una de las mujeres más transparentes del zodiaco. ¿Listo para conocerla? Amores, cómo es en su rol de madre, y de amiga. Cómo se lleva con el bolsillo, y más.
La virginiana cae siempre bien a los otros porque es muy humana. Reservada, de diálogo y consenso y respetuosa. Ideal como mediadora. Es que le interesa mejorarse a ella más que ganarle a otros. Pero cuidado, no significa que se deje avasallar; es más poderosa que lo que deja ver. Por eso, puede refutar si no está de acuerdo o quiere defender postura.
Pulir al máximo es bueno, pero también puede pecar de exagerada para quien no siga su sintonía e incluso exagerar su voz propia. Algo insegura.
Regida por Mercurio, es afectiva, complaciente, mental y calma. Humilde. Cuando confía es auténtica, aunque demás analítica y eso la hace poco improvisada. Saludable como estilo de vida.
Un modelo entre pureza de espíritu y deber. La virginiana valora a un hombre educado, considerado y encantador como ella. Si iniciás una relación con esta mujer, sabé que te esperan días muy agradables a la par, sin sobresaltos, pero no demasiado demostrativos. Ojo, no cederá a la primera, evalúa muy bien antes de lanzarse, y eso incluye la primera salida. Si no está interesada de arranque, lo notarás. Acercate dándole confianza y no la avasalles con romanticismo ni citas ostentosas.
Si la relación progresa, la hembra Virgo te hará sentir querido y único. Los detalles pasarán más por ella que por vos. Lo que no tendrás es que ser impuntual o faltar a la planeación. Si la lastimás será impulsiva.
Muy poco posible que la virginiana vea con ojos enamorados a un ariano de ley, sí en cambio como coequiper de negocios. Dinamismo e ímpetu vs introversión y cautela. Maneras de ver el mundo incompatibles. No cederán valores.
Organizados, calmos y metódicos. Se dan seguridad y son esforzados y eso los hace armónicos. Difieren en la vida social, mientras el taurino adora las comidas afuera, los eventos y la aventura, la virginiana prefiere de a dos. Ella es más sensual que él.
En mentalidad son uno de los mejores equipos posibles. La inteligencia les pesa más que las relaciones físicas y las emociones intensas. Y eso para ellos es meritorio de encontrar en el otro. Aun poco demostrativos funcionan genial juntos.
Agua y tierra se equilibran por eso vibran alto. Fértiles en ideales y comprensión, aunque los cambios de humor del canceriano pueden hacerla dudar, algo que se tomará de modo receptivo. La virginiana es más inexpresiva que el emocional cangrejo.
Caminos muy diferentes. Compatibilidad mínima. El león abrirá siempre su mente y será activo mientras la mujer virgo es reservada y de tradiciones más firmes. Como jefe, Leo será ideal para la Virgo demostrativa de sus capacidades. Escasa pasión de ella.
Un dúo ideal para el hogar, lo servicial y medido. Tierra más tierra se perfeccionan y exigen y aunque eso los haga escalar, también los divide a veces si no saben encausar expectativas propias y ajenas. Se apoyan mucho. Pueden parecer más hermanos que pareja.
Al ser dos signos que todo lo armonizan, es posible que, aunque no prosperen tanto como romance porque ella es más práctica que cariñosa, sean grandes amigos, y si lo logran, una pareja por demás tranquila y dulce, siempre que se den sus lugares.
De entrada, solo con conocerse ya van a notar lo disímiles que son. A ella, cerebral y medida, le resultará demasiado un imprudente e impetuoso escorpión. Ni en lo económico ni en lo sexual compatibilizan.
Tierra y fuego pueden disfrutarse al principio, pero no hay demasiado fluir. Las visiones son muy distantes, y, aunque al ser mutables se adapten, no alcanza. La cautela de ella se ve alterada por un arquero sumamente veloz en comportamiento.
Sus elementos los hacen altamente compatibles en pareja, aunque sin exagerar el cariño. Se parecen mucho, son detallistas, realistas y se dan la mano en los negocios y la amistad. El problema es que puedan volverse demasiado previsibles. Confianza elevada.
Demasiada aventura e independencia le propone el acuariano a la tradicional virginiana. Mucho mejor en los proyectos. Parecen de mundos distintos y eso se notará, también puede atraerlos este punto, porque de lo contrario es muy difícil que se acerquen.
El caballero y dulce pez cautivará a la virginiana. Él soñador, precisará de una par que le ponga los pies en la tierra. Los dos son inconstantes e intuitivos. Piscis pecará de muy soñador y hasta irresponsable porque está en su naturaleza y eso no va con la racionalidad de ella.
Si dio el paso y llegó hasta la situación de anillo significa que meditó mucho la situación antes y vislumbró muy bien su futuro próximo. Casada y conviviendo, la virginiana es alguien que se apoya en su par, pero también precisa liderar algunas veces porque su lado mental de análisis es fuerte y precisa llevarse a la práctica.
Como mamá es muy cuidadosa y protectora de sus hijos. La maternidad le va a sentar de diez para ser detallista. Aunque esto, a medida que los hijos crezcan puede volverse algo sobreprotector y generar algunos conflictos leves. Tratará de ser la mejor con ellos.
Una aliada indiscutida, una enorme compañera que, si decidió unirte a su círculo, es porque realmente te considera. De las que están, ponen el oído y analizan a la par para darle solución a la situación. Para ella lo que te pueda suceder es tan importante como lo de ella. Cálida, dulce y presente, te hará saber que sos vital de una u otra manera cada tanto.
Espera lo mismo de vos y que la tengas en cuenta, no como segunda opción. Puede ser para siempre.
Adora ponerle cabeza a su ámbito laboral. Planifica, medita, pone orden y actúa luego. Mejora. Así, es una mujer a la que le suele ir genial en áreas como los números, la ingeniería, la medicina o la mediación. Al ser tan cálida, se mueve bien también en la docencia. Si el ambiente es dinámico y espontáneo, no será el sitio ideal para que de su máximo. En cuanto al dinero, lo cuida demasiado. Se da gustos buenos, pero más lo guarda y cuenta.